En ciertos países de Sudamérica se vende un tipo de alcohol, derivado de la caña de azúcar, poco refinado y, en consecuencia más económico. Este producto contiene etanol, un alcohol que el organismo humano metaboliza relativamente bien, aunque también se puede emplear como alcohol de quemar.
En un par de años se han producido algo más de una decena de casos idénticos sólo en el Hospital madrileño de La Paz, aunque hay datos similares en otros centros sanitarios; fundamentalmente entre ciudadanos procedentes de países del Este y latinoamericanos. Al parecer, los afectados deben de creer que el alcohol de quemar que en España se vende en cualquier droguería tiene las mismas características que el que adquieren en sus localidades de origen y lo ingieren sin reparar en el etiquetado de la botella —de plástico, similar a las del amoníaco o la lejía—, que incluye un aviso sobre su toxicidad y sobre los pasos que se deben dar en caso de ingestión accidental (llamar al servicio de Toxicología, cuyo teléfono también figura en el envase). Eso por no mencionar los dibujos de las llamas alusivas a su carácter inflamable y la calavera que indica su carácter venenoso.
En un par de años se han producido algo más de una decena de casos idénticos sólo en el Hospital madrileño de La Paz, aunque hay datos similares en otros centros sanitarios; fundamentalmente entre ciudadanos procedentes de países del Este y latinoamericanos. Al parecer, los afectados deben de creer que el alcohol de quemar que en España se vende en cualquier droguería tiene las mismas características que el que adquieren en sus localidades de origen y lo ingieren sin reparar en el etiquetado de la botella —de plástico, similar a las del amoníaco o la lejía—, que incluye un aviso sobre su toxicidad y sobre los pasos que se deben dar en caso de ingestión accidental (llamar al servicio de Toxicología, cuyo teléfono también figura en el envase). Eso por no mencionar los dibujos de las llamas alusivas a su carácter inflamable y la calavera que indica su carácter venenoso.
«Hay que dejar claro que los efectos de su ingesta no son los de una borrachera más o menos seria; el metanol es un producto altamente tóxico, incluso por inhalación, que pone en serio riesgo la vida del paciente si no se actúa en un margen de muy pocas horas», insiste el doctor Peces. De hecho, el protocolo que rige en La Paz indica que ante la sospecha de una intoxicación por metanol hay que infundir etanol para frenar la acción del tóxico en el hígado y ganar tiempo para preparar la diálisis. «Primero disparas y luego preguntas», ejemplifica el experto.
Fuente: El mundo
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